El Consorcio del tren entra en morosidad en 48 horas
El jueves debe abonar 13,8 millones que no hay. Se abrirá un plazo de 3 meses para alcanzar una solución o la mora será oficial. En verano hay que pagar otros 4 millones a Dexia
El Consorcio para la Variante Ferroviaria debe pagar pasado mañana 13,8
millones de euros a CaixaBank (antes Caja de Burgos) y Caja3 (antes
Cajacírculo). Huelga decir que no tiene ese dinero. Ni ese, ni casi
ningún otro porque, agotada la vía del crédito, la única forma que tiene
el ente para sostenerse es vender sus activos, que en su gran mayoría
son suelos para construir viviendas, así que ya está todo explicado
Asumido meses atrás que no habría dinero en caja para hacer frente al
vencimiento de las letras, el Consejo Rector, y sobre todo la parte
política, tomó la decisión de comenzar a sondear las posibilidades de
alcanzar un acuerdo con los acreedores que, a ser posible, despejara a
largo plazo el sempiterno riesgo, ya casi materializado, de incurrir en
un impago. La primera opción fue refinanciar buscando crédito en
entidades externas al ente, pero los sondeos determinaron que nadie iba a
entrar a una operación así o, si entraba, lo haría en condiciones
draconianas.
La segunda fue la de ‘tocar’ a CaixaBank y Caja3 para analizar las
posibilidades de renegociar la deuda, pero sabiendo que, si eso sucedía,
los costes financieros se iban a disparar y con una deuda de 166
millones por montera, el impacto de los intereses sería brutal. Y así se
alcanzó la tercera vía: la dación en pago. El ofrecimiento a las cajas
de quedarse con todo el suelo del Consorcio a cambio de zanjar la deuda
se hizo, pero lo que no hubo, ni ha habido, es contestación.El margen
Con la fecha de vencimiento a la vuelta de la esquina, desde el
Consorcio ha apremiado a los representantes de las entidades acreedoras a
que den una respuesta, pero por el momento lo único que se ha obtenido
es un compromiso de intensificar el estudio de la situación para tomar
una decisión a corto plazo. Así lo asegura el vicealcalde y concejal de
Fomento, Ángel Ibáñez, quien subraya varias veces que «todas las
posibilidades están abiertas». Es decir, que no se ha desechado la
dación en pago y que es momento de «hacer números» y de que Zaragoza y
Barcelona tomen una decisión porque los representantes de Caja de Burgos
y Cajacírculo no tienen capacidad ejecutiva para renegociar una
operación de ese calibre.
Según explica Ibáñez, «hay un periodo de tres meses desde el
vencimiento de la deuda hasta que se entra en situación de mora de forma
oficial y, entonces sí, ya saltan todas las alarmas y se da cuenta al
Banco de España». Y ese es el plazo máximo que tiene ahora el Consorcio
para buscar una solución ya que, si bien puede que oficialmente no sea
así, en la práctica incurrirá en morosidad, por primera vez desde su
creación, dentro de 48 horas.
Ese ‘nuevo’ horizonte coincidirá en el tiempo con el vencimiento
parcial de otro crédito. En este caso ya no son las excajas locales las
que tienen que tomar decisiones, sino Dexia Sabadell, a quien hay que
pagar cuatro millones de euros a comienzos de verano, si bien el total
del crédito contraído con la firma catalana es de 50 millones.
Con todos los créditos firmados por el Consorcio se pagó la parte
imputada inicialmente a la ciudad por el desvío ferroviario, la
urbanización del bulevar, los costes de funcionamiento, los intereses de
las operaciones de préstamo y las expropiaciones vinculadas a la
variante del tren.
Fuente: Diario de Burgos