Diferencia entre responsabilidad política y Penal: Dolores Calleja
Tras el conocimiento de la nada presentable intervención de la Concejal Delegada de Licencias, Dolores Calleja, en el conocido caso Pecaditos y La Sirenita, si Burgos fuera realmente Europa, y si nuestros políticos tuvieran un poco de decencia, (al menos tanta como la de sus compañeros de los países de la Europa avanzada), lo que debiera haber hecho es presentar su dimisión.
Las responsabilidades políticas no necesitan una condena penal, sino sencillamente la evidencia de un comportamiento ajeno de la mínima honorabilidad, imparcialidad y respeto a lo de todos.
Por eso, cuando parece evidenciado que la Concejala ha intervenido en distintos momentos, no para hacer que se cumpla el principio de igualdad ante la ley, ni para hacer que quien venía reiteradamente incumpliendo las normas, fuera objeto de los oportunos expedientes sancionadores y sanciones, sino para todo lo contrario.
¿Qué no habrá estado haciendo la Concejala con otras licencias?
A todo lo anterior se suma el otorgamiento de una licencia totalmente ilegal de una bocatería en la Plaza de las Bernardas -que lleva funcionando allí más de 1 año-, y a la que en modo alguno pudo otorgarse licencia, ya que según el Decreto de Zonas Saturadas, desde el año 2004 no se podían otorgar licencias de hostelería en estas zonas. Sin embargo la SuperConcejala, haciendo “de su capa un sayo” dio al menos una (serían amigos de ella, o quien sabe si de Bárcenas o de quien).
¿Habrá más casos?
Los hechos son los que hablan, y salvo que la concejala sepa dar un explicación conforme a derecho a los indultos imposibles, al “tráfico de influencias-corrupción administrativa” o a las licencias presuntamente “prevaricadoras”, ya va siendo buen momento de reflexionar sobre si tras todo esto tiene algún presente o futuro en política. No hay que esperar en el cargo a la espera que los tribunales digan nada.
Fuente: Canal54.es