lunes, 16 de febrero de 2015

CUANDO NO SE QUIERE CEDER

Cuestión de formas

HACE UNOS DÍAS, concretamente el pasado jueves, se presentó Imagina Burgos, una iniciativa popular que quiere aglutinar a plataformas, asociaciones y partidos en torno a una candidatura para las próximas elecciones municipales. Durante estos últimos años han surgido movimientos ciudadanos que han conseguido canalizar el lógico y muy justificado malestar social por las enormes dificultades por las que pasan millones de familias, con todos sus miembros en paro, mientras salían a la luz las tropelías y los abusos de unos golfos que aprovechaban su adhesión a un partido, a una asociación empresarial o a un sindicato para llevárselo crudo. 
Con este contexto, insisto, es comprensible que nazcan propuestas como Imagina Burgos. La cuestión ahora es que toca dar el paso siguiente, es decir, presentarse a las elecciones con un programa de propuestas concretas y con una lista de personas que las defenderán. Porque en el salón de plenos del Ayuntamiento o en el de la Diputación hay un número determinado de asientos en el que se sienta también un número concreto de personas. En este momento queda por dilucidar cuál será finalmente el papel de Podemos Burgos en la iniciativa popular de Imagina Burgos. En Imagina Burgos quieren que vaya Podemos Burgos, pero, según recuerda su secretaria general, Ana María Peña, no puede ser una suma de siglas ni una coalición de partidos. 
A pesar de que la sintonía entre Podemos Burgos e Imagina Burgos es plena, sería sorprendente que por una cuestión jurídica no se culminará la participación conjunta de ambas propuestas. Lo que se pretende, según ha explicado en alguna ocasión la secretaria general de Podemos Burgos, es que los que tengan el protagonismo sean los ciudadanos y no los partidos. Los partidos políticos están formados por ciudadanos, y en ellos hay gente honrada y golfos de marca mayor. De hecho, en Imagina Burgos hay partidos integrados. Y a las elecciones se presentan partidos, agrupaciones de electores o coaliciones de partidos. 
Es cierto que el funcionamiento interno de los partidos políticos en general deja mucho que desear en materia de participación democrática y solo hay que ver las guerras que se plantean para acceder a los puestos principales de representación. Pero también es cierto que la fórmula que elija esta iniciativa popular para concurrir a las elecciones debería ser una cuestión menor porque no dejar ser un medio para conseguir un fin, es decir, dar visibilidad y representación a una plataforma ciudadana.
Y, como han dicho sus promotores, cada vez queda menos tiempo.
Fuente: Correo de  Burgos