Cuestión de formas
HACE UNOS
DÍAS, concretamente el pasado jueves, se presentó Imagina Burgos, una
iniciativa popular que quiere aglutinar a plataformas, asociaciones y partidos
en torno a una candidatura para las próximas elecciones municipales. Durante
estos últimos años han surgido movimientos ciudadanos que han conseguido
canalizar el lógico y muy justificado malestar social por las enormes
dificultades por las que pasan millones de familias, con todos sus miembros en
paro, mientras salían a la luz las tropelías y los abusos de unos golfos que
aprovechaban su adhesión a un partido, a una asociación empresarial o a un
sindicato para llevárselo crudo.
Con este
contexto, insisto, es comprensible que nazcan propuestas como Imagina Burgos.
La cuestión ahora es que toca dar el paso siguiente, es decir, presentarse a
las elecciones con un programa de propuestas concretas y con una lista de
personas que las defenderán. Porque en el salón de plenos del Ayuntamiento o en
el de la Diputación hay un número determinado de asientos en el que se sienta
también un número concreto de personas. En este momento queda por dilucidar
cuál será finalmente el papel de Podemos Burgos en la iniciativa popular de
Imagina Burgos. En Imagina Burgos quieren que vaya Podemos Burgos, pero, según
recuerda su secretaria general, Ana María Peña, no puede ser una suma de siglas
ni una coalición de partidos.
A pesar de
que la sintonía entre Podemos Burgos e Imagina Burgos es plena, sería
sorprendente que por una cuestión jurídica no se culminará la participación
conjunta de ambas propuestas. Lo que se pretende, según ha explicado en alguna
ocasión la secretaria general de Podemos Burgos, es que los que tengan el
protagonismo sean los ciudadanos y no los partidos. Los partidos políticos
están formados por ciudadanos, y en ellos hay gente honrada y golfos de marca
mayor. De hecho, en Imagina Burgos hay partidos integrados. Y a las elecciones se
presentan partidos, agrupaciones de electores o coaliciones de partidos.
Es cierto que el funcionamiento interno de los partidos políticos en
general deja mucho que desear en materia de participación democrática y solo
hay que ver las guerras que se plantean para acceder a los puestos principales
de representación. Pero también es cierto que la fórmula que elija esta
iniciativa popular para concurrir a las elecciones debería ser una cuestión
menor porque no dejar ser un medio para conseguir un fin, es decir, dar
visibilidad y representación a una plataforma ciudadana.
Y, como han dicho sus promotores, cada vez queda menos tiempo.
Fuente: Correo de Burgos