El PSOE cree que Lacalle favorece a Mango e incumple el PGOU
Los socialistas votaron en contra de la declaración de excepcionalidad sobre el edificio, propiedad de Caixabank, para que tenga actividad comercial hasta la segunda planta
El Partido Socialista considera que el Ayuntamiento «regala» a la empresa Mango la segunda planta del edificio de la plaza de Santo Domingo con la aprobación, el lunes, de una declaración de excepcionalidad para compatibilizar el uso comercial y de viviendas en este inmueble. El concejal Antonio Fernández Santos acusa al equipo de Gobierno de buscar «recovecos» para «saltarse» el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). En este caso concreto, y según establece la normativa urbanística es posible utilizar para uso comercial la planta sótano, baja y primera, pero no la segunda.
Sin embargo, durante la reunión de la Gerencia de Fomento de este lunes se aprobó, con los votos del PP y de UPyD, una declaración de excepcionalidad para permitir el uso comercial de la segunda planta. Según dijo Fernández Santos, que opina que la legalidad del PGOU debe cumplirse a «rajatabla», «la razón legal que se da es que el proyecto presentado no cumple de modo literal con la letra de la norma pero sí con el espíritu de la misma». El edil mostró su sorpresa por el argumento utilizado ya que se concede algo «en base al espíritu, algo inmaterial, que vete tú a saber la interpretación que hace cada uno».
En su opinión, el propietario del edificio que es Caixabank ha tratado de «favorecer» a una empresa catalana del textil que es la mercantil Punto FA, responsable entre otras de Mango. «Esta tienda va a tener a su disposición casi el doble de espacio del que le correspondería, según el PGOU», añadió.
Los socialistas consideran que otros comercios, si hubieran sabido la posibilidad de variar la norma urbanística, podrían haberse interesado por este edificio. También se preguntan si esta declaración de excepcionalidad se aplicará a los siguientes que quieran hacer una operación de este tipo.
Fernández Santos asegura que quien gana con esta operación es la empresa que se implanta, así como la empresa que vende. «¿Gana el Ayuntamiento también? Pues no lo se, tengo que pensar en esos donativos que recibe a través de la Fundación Caja de Burgos y su relación con Caixabank, para financiar proyectos que solo quiere el PP», mantiene.
Cafetería EVO
Por otro lado, el concejal socialista mantiene que la Cafetería EVO podría convertirse en un nuevo caso Espolón ya que las divergencias que existen entre el adjudicatario y la sociedad mercantil Parkmusa, que dependen del Ayuntamiento, ha generado una deuda de 80.000 euros. Fernández Santos precisa que las mensualidades están al día y que en este caso concreto casi 60.000 euros corresponden a las facturas de dos años de los servicios como agua, gas y climatización y otros 20.000 euros se deben en concepto del 15% que el hostelero debe entregar por los banquetes realizados.
El concejal socialista precisa que la cafetería Evo, igual que sucedió con el Espolón, no tiene contadores propios y, por tanto, se le facturan los servicios por los metros cuadrados de superficie del local. De esta manera, esta fórmula habría generado discrepancias con el adjudicatario. «Han tenido dos años para tratar de arreglar esta cuestión, por qué no han llegado a un acuerdo con la empresa explotadora», dijo, a la vez que añadió que esta es «una nueva dejación» del equipo de Gobierno. Por otro lado, la empresa tampoco estaría de acuerdo con la parte correspondiente a ingresar por un banquete ya que opinan que se debe dejar fuera de esa facturación, por ejemplo, el cocktail de bienvenida.
Distritos
Además, el edil acusó a la edil de Participación Ciudadana, María José Abajo, de «haber perdido el norte» por acelerar en estos meses que quedan de legislatura el proyecto para crear los distritos en la ciudad «cuando en cuatro años no se ha hecho nada». En su opinión, no es el momento de impulsar esta forma de distribución de la ciudad que es una de las propuestas de la Ley de Grandes Ciudades.
Sin embargo, durante la reunión de la Gerencia de Fomento de este lunes se aprobó, con los votos del PP y de UPyD, una declaración de excepcionalidad para permitir el uso comercial de la segunda planta. Según dijo Fernández Santos, que opina que la legalidad del PGOU debe cumplirse a «rajatabla», «la razón legal que se da es que el proyecto presentado no cumple de modo literal con la letra de la norma pero sí con el espíritu de la misma». El edil mostró su sorpresa por el argumento utilizado ya que se concede algo «en base al espíritu, algo inmaterial, que vete tú a saber la interpretación que hace cada uno».
En su opinión, el propietario del edificio que es Caixabank ha tratado de «favorecer» a una empresa catalana del textil que es la mercantil Punto FA, responsable entre otras de Mango. «Esta tienda va a tener a su disposición casi el doble de espacio del que le correspondería, según el PGOU», añadió.
Los socialistas consideran que otros comercios, si hubieran sabido la posibilidad de variar la norma urbanística, podrían haberse interesado por este edificio. También se preguntan si esta declaración de excepcionalidad se aplicará a los siguientes que quieran hacer una operación de este tipo.
Fernández Santos asegura que quien gana con esta operación es la empresa que se implanta, así como la empresa que vende. «¿Gana el Ayuntamiento también? Pues no lo se, tengo que pensar en esos donativos que recibe a través de la Fundación Caja de Burgos y su relación con Caixabank, para financiar proyectos que solo quiere el PP», mantiene.
Cafetería EVO
Por otro lado, el concejal socialista mantiene que la Cafetería EVO podría convertirse en un nuevo caso Espolón ya que las divergencias que existen entre el adjudicatario y la sociedad mercantil Parkmusa, que dependen del Ayuntamiento, ha generado una deuda de 80.000 euros. Fernández Santos precisa que las mensualidades están al día y que en este caso concreto casi 60.000 euros corresponden a las facturas de dos años de los servicios como agua, gas y climatización y otros 20.000 euros se deben en concepto del 15% que el hostelero debe entregar por los banquetes realizados.
El concejal socialista precisa que la cafetería Evo, igual que sucedió con el Espolón, no tiene contadores propios y, por tanto, se le facturan los servicios por los metros cuadrados de superficie del local. De esta manera, esta fórmula habría generado discrepancias con el adjudicatario. «Han tenido dos años para tratar de arreglar esta cuestión, por qué no han llegado a un acuerdo con la empresa explotadora», dijo, a la vez que añadió que esta es «una nueva dejación» del equipo de Gobierno. Por otro lado, la empresa tampoco estaría de acuerdo con la parte correspondiente a ingresar por un banquete ya que opinan que se debe dejar fuera de esa facturación, por ejemplo, el cocktail de bienvenida.
Distritos
Además, el edil acusó a la edil de Participación Ciudadana, María José Abajo, de «haber perdido el norte» por acelerar en estos meses que quedan de legislatura el proyecto para crear los distritos en la ciudad «cuando en cuatro años no se ha hecho nada». En su opinión, no es el momento de impulsar esta forma de distribución de la ciudad que es una de las propuestas de la Ley de Grandes Ciudades.
Fuente: Correo de Burgos